Entré en mi casa y mi prometido rompió conmigo. Llevamos juntos unos 11 años, nos juntamos jóvenes, él fue mi primero y yo su segundo. Nos fuimos a vivir juntos a los pocos meses de salir y desde entonces estamos juntos.
Últimamente la comunicación ha sido difícil, los dos trabajamos mucho (al por menor). Nos desquitamos con nuestras frustraciones. Hemos estado intentando quedarnos embarazados y no ha sucedido, y de repente entro en casa y él rompe conmigo. Me dice que ha estado teniendo pensamientos sobre nuestra relación, que se ha estado arrepintiendo y que necesita un descanso para separarse de mí. Le pregunté por qué y me dijo que nos hemos distanciado, que esos pensamientos de “qué pasaría si” son fuertes, y que no quiere mirar atrás y siente que hemos perdido el tiempo, sobre todo porque sabe que mi reloj está corriendo. Estoy destrozada. He perdido a mi mejor amigo y a mi pareja al mismo tiempo.
Lo único que quiero es luchar por nuestra relación, pero parece que la lucha puede ser unilateral. ¿Qué opinas? ¿Qué me recomiendan? ¿Debo luchar? ¿Debo dejarlo pasar?
– “El “what-if” con el corazón roto”
Lo único que puedes hacer es decirle lo que quieres, ya sea trabajar en los problemas de comunicación, seguir juntos, o tener un tiempo de revisión para decidir qué se siente al estar separados. Puede decir que sí o que no, pero sea cual sea su respuesta, créele. No quieres una pelea unilateral. Tampoco quieres (supongo) criar a un hijo con alguien que no está dispuesto a todo. Él te está diciendo lo que necesita. Si no quiere comprometerse, no hay mucho que puedas hacer.
Siento mucho que sus “y si” hayan resultado en una pérdida para ti después de tantos años de inversión. Debes estar conmocionada, abatida, sintiendo que la persona que te ha hecho daño es también a la que quieres correr en busca de consuelo. Eso es muy confuso y doloroso, y no voy a pretender que mejore inmediatamente.
Pero puede ser diferente, al menos, si puedes dar algunos pequeños pasos. Céntrate en encontrar un espacio seguro y cómodo para vivir, asumiendo que no te vas a quedar donde estás por tu cuenta. Si puedes quedarte, busca un compañero de piso que te haga reír, te distraiga, etc. Piensa en quién puede ser una buena compañía.
Cuéntale a tus seres queridos lo que está pasando, específicamente a los que te impulsan. Si quieres que te presten más atención, déjalo claro.
No te precipites a la hora de responder a las preguntas sobre tu reloj biológico, al menos no todavía. Tu único objetivo, por ahora, es cuidarte e imaginar tus “y si”, específicamente los buenos.
– Meredith
¿Lectores? ¿Pensamientos sobre los próximos pasos?