Nunca había escrito en una columna de consejos. Pero leo la suya todas las semanas y pensé que podría lanzar algo, sólo por diversión. En realidad no tengo un problema terrible, sino que me divierte algo que está ocurriendo en mi mente, sorprendiéndome. Tengo 58 años, estuve casada hace muchos años; desde que murió mi marido, he tenido dos novios pero nada desde hace unos 15 años, y no tengo ningún interés en volver a formar parte de una pareja.
Pero ahora parece que estoy enamorada de un compañero de trabajo. Somos compañeros de profesión y nos llevamos muy bien, compartimos el sentido del humor y nos ayudamos mutuamente a pasar el día en el trabajo con otros que nos vuelven locos. Lo curioso es que él sólo tiene 25 años. Obviamente, yo soy mayor que su madre. Últimamente he tenido sueños en los que él y yo coqueteamos, e incluso nos cogemos de la mano y cosas así. Estoy segura de que esto le horrorizaría. Ni siquiera estoy preguntando “¿Qué debo hacer?”. Sólo encuentro esto un poco raro. ¿Qué opinas?
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No es tan raro. Las fantasías son fantasías. Mientras te lo guardes para ti y tengas los límites claros en la vida real, me parece bien.
No creo que sea raro pensar en alguien que te da alegría. Ni siquiera estoy seguro de que se trate de un enamoramiento importante; todo parece bastante apto para el público, sinceramente. Mi primer pensamiento fue que estás recordando una parte de tu cerebro que has ignorado durante un tiempo. Ni siquiera se trata de anhelarlo, sino de añorar una época en la que te gustaba la gente así.
No te diré que tu impulso de pensar en él fuera de horario significa que quieres una pareja romántica de repente. No parece que lo quieras.
Sí me hace pensar que te gustaría conectar con esa parte de ti misma, la que se enamora, se emociona con alguien, etc. – aunque sea por tu cuenta, en tu casa y sin que le importe a nadie más. Las fantasías saludables, en mi opinión, nos mantienen creativos y, bueno, saludable. Apuesto a que hay otros posibles objetos de afecto si realmente miras a tu alrededor.
Creo que voy a decir lo de guardarlo para ti una vez más por si acaso. Es un compañero de trabajo. Ya lo sabes. Disfruta de su compañía. No lo hagas raro.
Los enamoramientos son en todas partes. Gracias por escribir.
– Meredith
¿Lectores? ¿Pensamientos sobre algunas simples fantasías y lo que podrían significar?